Lamentablemente, un año más, no tenemos nada que celebrar. La brecha de género sigue aumentando, como también lo hace el impacto que ésta genera en los cuerpos y en las vidas de las mujeres, también en las de las más jóvenes. Cuanto más grande es la brecha, más lejos estamos de la posibilidad de alcanzar una vida plena, en óptimas condiciones de salud, tanto física como mental, libre de violencias y que nos ofrezca una igualdad real de oportunidades.
Seguimos siendo las mujeres las que asumimos mayoritariamente los trabajos asalariados de cuidados en otros hogares, asumiendo sistemáticamente un trabajo precarizado que acrecienta en la mayoría de los casos también la brecha de clase y la migratoria. También somos las mujeres las que asumimos mayoritariamente los cuidados no remunerada en nuestros hogares asumiendo toda la carga mental y emocional que esto supone y en muchas ocasiones dobles jornadas incrementadas enormemente con la llegada de la pandemia.
Y por ello, también somos las mujeres las que seguimos ocupando la mayor parte de nuestro tiempo, remunerado o no, en el cuidado de otros/as, las que más vemos afectada nuestra salud mental, y las que además somos culpabilizadas por ello.
La sociedad sigue invisibilizando y menospreciando toda esta labor, todas aquellas cuestiones que, sin embargo, SIGUEN SIENDO ESENCIALES para el sostenimiento de la vida, aquellas que están en la base de la economía permitiendo que el resto del sistema funcione. Sin embargo, el sistema no puede seguir agotando nuestra salud física y mental.
Seguimos viendo como también las mujeres más jóvenes son expertas cuidadoras, asumiendo no solo labores relacionadas con el cuidado práctico del hogar, sino también y, sobre todo, limitando su propio bienestar para asegurar el de los/as demás.
Desde La Asociación Cultural La Kalle defendemos la importancia y la puesta en valor de los cuidados. Trabajamos para la asunción de los mismos de una forma equilibrada y responsable, y no pararemos de buscar la fórmula para conseguir que nuestras mujeres más jóvenes entiendan que tanto su salud integral, como su desarrollo personal, social y laboral son derechos que nada ni nadie les puede negar.