Mochilas, tiendas de campaña, esterillas, sacos, linternas…
Un verano más cerramos el año escolar escapándonos de Campamento
El campamento de este año, ha estado inspirado por los principios del Sumak kawsay (Buen vivir), ideas que se nutren del pensamiento indígena ancestral de los pueblos andinos latinoamericanos. Esto ha dado pie a la dramatización del campamento viajando y cruzando el charco , inspirándonos en estos saberes.
Estas ideas coinciden con mucho de lo que se trabaja a lo largo del año en la asociación y así desde el ocio y la diversión continuar aprendiendo y desaprendiendo en un entorno natural y en una comunidad como Aritzkuren.
Ha sido un campamento lleno de anécdotas, aventuras, retos, dificultades, pero sobre todo ha sido un campamento no de desconexión, si no de conectar. Conectar con lo verdadero, las relaciones humanas, la naturalezay el disfrute desde lo no material.
Las actividades que hemos hecho, siempre desde el gozo y el disfrute han tenido un espacio de reflexión y aprendizaje detrás, que es el motor de avance de cada chaval, y del grupo en general.
Juntas hemos trabajado por el consenso aprendiendo a respetar las diferencias y a resolver conflictos, hemos dormido al raso viendo las estrellas, hemos hecho una creación colectiva de una canción, nos hemos comprendido a pesar de no compartir el idioma, nos hemos conocido profundamente, hemos ayudado y esperado por los/as compañeros/as que con un tobillo dañado no podían caminar al mismo ritmo, hemos aprendido a trabajar conjuntamente y desde el buen humor, cargar leña, trabajar la huerta, limpiar la poza… y para finalizar y concluir el campamento hemos construido un Totem, donde hemos ofrecido a la Pachamama todos los aprendizajes vividos y nuestros deseos hasta el siguiente campamento.
Todo esto y mucho más, gracias a Aritzkuren por abrirnos las puertas de su casa y enseñarnos como se puede seguir viviendo en armonía con la naturaleza.
El equipo educativo de acciones socioeducativas.
